Un análisis bioquímico de la cebolla muestra una sorprendente abundancia de vitaminas y productos esenciales para la nutrición, convirtiéndola en una inusual fuente de riqueza. No obstante, nos limitaremos a las más importantes e interesantes sustancias desde el punto de vista de la salud. Usaremos estadísticas sacadas de investigaciones llevadas a cabo por el Instituto Cajal.

Primero mencionaremos los prótidos y lípidos, azúcares y celulosas, luego vienen las vitaminas A, B, C, y E, siendo su contenido en calcio, ácido fosfórico, hierro y yodo también muy altos. Las acciones terapéuticas de la cebolla sobre el organismos se deben también al “disulfuro de alilpropilo”, un aceite volátil lacrimógeno que no se encuentra en otras plantas. Por su composición, observamos que la cebolla contiene muchas propiedades de incalculable valor para al salud y la nutrición. Por último es interesante constatar que cada 100 gramos de cebolla contienen solamente unas 20 calorías.

Tal como hemos dicho, estamos hablando exclusivamente de los componentes químicos y biológicos de la cebolla. Empezaremos considerando su gran valor nutritivo. Es necesario para nosotros, comer cada día sustancias que mantengan un balance orgánico y calórico. Estos elementos son tres: carbohidratos, proteínas y lípidos. Como hemos visto, la cebolla contiene estas tres sustancias.

Para completar el programa nutritivo, también es esencial tomar vitaminas y sales minerales que actúan en pequeñas cantidades y son absolutamente vitales para estimular el crecimiento. Igualmente hemos indicado que la cebolla es rica en ambos componentes.